Por Isidro García
SIMSA, OTRA VEZ
Vuelve a hablarse del Grupo SIMSA, fundado por Salomón Issa Murra (+) y ahora dirigido por Nessim y Salomón Issa Tafich.
El nombre del grupo empresarial que lleva las iniciales de su fundador y los apellidos Issa Tafich siempre presentes en los temas relacionados al gas en sus diferentes modalidades y ahora al del sector eléctrico.
Esos nombres y apellidos están ahí donde se habla de presuntas prácticas monopólicas (el Grupo privilegia, se promociona y se jacta de ser el número 1 o “One”), supuestos tráficos de influencia, controversias y temas legales.
Destaca la reciente publicación del reportaje “Issa Tafich… Los señores de la luz y el gas” del periódico El Coahuilense que dirige el reconocido periodista Arturo Rodríguez García.
“Los negocios al amparo del poder son asuntos de interés público. Hay veces que las fortunas acumuladas por particulares a base de tráfico de influencias, nepotismo o recibo de remuneraciones indebidas, provocan indignación social, procesos judiciales que devienen pleito político con un desenlace en arreglo para la impunidad”, señala el periódico en su editorial.
Y agrega: “¿Cómo puede una gasera local convertirse en un grupo cuasi monopólico nacional en sólo dos décadas? ¿Qué intereses convergen para que esa gasera incursione en el mercado mayorista eléctrico? ¿Cómo ha logrado sortear la oposición a sus operaciones en diferentes localidades?”.
“En esta edición hacemos un primer acercamiento a Grupo Simsa-Gas Natural del Noroeste, un imperio gasero originado en Torreón que en estos días incursiona en el sector eléctrico y que, por sus conflictos sociales en las zonas donde opera, empieza a captar la atención de la llamada 4T”, resalta el editorial.
Grupo SIMSA, Salomón Issa Murra, empezó en Torreón con las gaseras de Combugas y con los trailers para la distribución de gas LP a las diferentes regiones del país. además de haber iniciado con un incipiente negocio de distribución de gas natural.
Al fallecimiento de Issa Murra, Nessim lidera el grupo reforzando las actividades que se venían realizando pero luego las amplía con las estaciones de gasolina (1 o One), venta de agua embotellada o embolsada, además de incursionar en el suministro de gas natural.
Ahora, de acuerdo a El Coahuilense, el mercado eléctrico es el nuevo giro de los Issa Tafich, además de hacer referencia al despunte que ha tenido la empresa Gas Natural del Noreste.
ANTECEDENTES
El 24 de noviembre del 2021, bajo los títulos “Los abusos del Grupo Simsa” y El monopolio de Nessim Issa, escribí sobre lo que venía sucediendo en el Estado de Veracruz en la distribución y transporte de gas natural.
Esto fue algo de lo que escribí:
“Como antaño, SIMSA es acusado de cometer abusos y del monopolizar las actividades del sector, cosas que tanto les gusta a los Issa.
El del monopolio es una de los gustos del Grupo SIMSA, quieren acaparar la distribución, transporte y venta de gas o gasolinas, para hacer lo que a los Issa les pegue la gana.
A nivel regional, el Grupo SIMSA ha buscado el monopolio de la distribución, transporte y venta de gasolina y de gas y para ello ha atacado, hostigado y presionado a otras empresas del ramo (Intergas en el caso del gas y Progas en lo que se refiere a gasolina) en sus intenciones para doblegarlas.
Además, para erigirse como la empresa número 1, como así se llama, ha adquirido en renta de decenas de gasolineras para ahogar a las demás empresas del ramo ya sea con los precios o con la manipulación de quejas de ciudadanos o a través de orquestar denuncias o amparos, igualito que como lo ha venido haciendo en Veracruz.
En su artículo intitulado ‘Contratos selectivos en la 4T’, publicado en el periódico El Universal, la destacada periodista Ana Paula Ordorica, da cuenta de que ‘el gobierno ataca los contratos otorgados a empresas privadas, pero a la hora de los hechos los parece aplicar de forma selectiva’.
De inicio a fin, el artículo no tiene desperdicio ya que se precisan los abusos de la empresa de Nessim y Salomón Issa Tafich pero también da cuenta de los privilegios que recibe esta empresa en perjuicio de otras.
Esto es lo que escribió en estos días la periodista Ana Paula Ordorica en El Universal.
‘Una mañanera sí y la otra también el presidente López Obrador ataca los contratos que la iniciativa privada obtuvo en el sexenio de Enrique Peña Nieto en el sector energético. Contratos que ha descrito como leoninos; como un abuso que daña la soberanía de México al otorgar a empresas privadas, en especial internacionales, los recursos que López Obrador considera deben manejar Pemex y/o la CFE.
Por eso llama la atención que en el caso de Grupo Simsa no se le escuche al presidente queja alguna de los abusos de esta empresa propiedad de Nessim Issa Tafich. Por el contrario, el monopolio en la distribución y transporte de gas natural que tiene una de sus subsidiarias, Gas Natural del Noroeste, en el estado de Veracruz, se mantiene extrañamente firme.
Tan firme que desde el sexenio de Enrique Peña Nieto y hasta la fecha han obtenido más de 40 contratos exclusivos para la distribución de gas en donde ellos deciden a quién le venden; cuánto y cómo cobran. El caso más llamativo es la concesión que se les dio del gasoducto Zapoapita-Mendoza que apenas mide 35 kilómetros, pero es sumamente importante porque es el que conecta el norte con el sur de México.
Y aquí es cuando entra en acción la selectividad de los contratos en el gobierno. La empresa Alten (Destiladora del Valle) presentó una denuncia en contra de Gas Natural del Noroeste (GNN) porque de un día al otro, en 2019, Pemex le cambió la jugada a pesar de tener un contrato vigente para que le suministrara gas natural. Petróleos Mexicanos les anunció que su nuevo proveedor sería GNN. Hasta ahí no habría problema, salvo por la mordida de entrada que pidió este nuevo proveedor a Alten: 17 millones de pesos, como se puede ver en la carpeta 3645-2019.
Como Alten no quiso pagar esta cantidad y presentó una denuncia contenida en la carpeta arriba mencionada, GNN amenazó y acusó a la empresa de robar gas de sus ductos, de gaschicol. A pesar de no presentar una sola prueba, la Fiscalía General de la República cateó una planta de Alten y detuvo sus trabajos durante cuatro meses. Todo esto con el apoyo de la gerente de Gas Natural y Etano de Pemex, Beda Carreto Santiesteban, contra quien ya hay una carpeta de investigación también, la 2664-2021, por abuso en sus funciones.
Al no encontrar pruebas que acreditaran el robo de gas por parte de Alten, la planta ya fue reabierta pero los daños causados por los privilegios de GNN son varios. Alten no es la única empresa afectada en la zona de Orizaba. En total ya se han perdido más de 700 empleos en esa región por recortes que han tenido que hacer entre cierre de plantas y aumento a las tarifas de gas de forma unilateral y sin explicación por parte de GNN.
Lo peor es que algunas empresas han tenido que encontrar otras fuentes de energía para no frenar su producción, entre ellas combustóleo y metano que, además de ser más caras, son mucho más contaminantes.
Esta concesión del ducto Zapoapita-Mendoza que se le otorgó a GNN permite a la empresa trabajar sin ninguna regulación. Evidentemente aquí no se puede hablar de que a través de esta acción apoyada por el gobierno estatal y federal se esté logrando un fortalecimiento ni de Pemex ni de Gas Bienestar, como constantemente dice el presidente que actúa su gobierno. Por ello la gran pregunta es ¿por qué tiene tanto poder esta empresa, Gas Natural de Noroeste, filial de Grupo Simsa? Y ¿por qué tiene tanto poder Beda Carreto Santiesteban, una gerente en Pemex?
Sería muy bueno conocer la respuesta ante un gobierno que ataca los contratos a privados, pero a la hora de los hechos los parece aplicar de forma selectiva, al igual que la justicia para amedrentar a quienes no se cuadran ante estos abusos’”.
Hasta aquí parte de la historia que sigue sin concluir.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
EMAIL: isidro.garcia.reportelaguna@gmail.com