Por: Isidro García
¿FIN DE LA ALIANZA FEDERALISTA?
Conste, es pregunta.
La pregunta es si con los resultados de la elección del seis de junio en la que Morena ganó 11 de 15 gubernaturas, si con el término de gestión de varios gobernadores y si con un gobernador como Francisco García Cabeza de Vaca más preocupado por salvar el pellejo que andar en políticas federalistas, se está ante el fin de la Alianza Federalista.
Es tema de interés la continuidad o la terminación de la Alianza Federalista conformada por 10 gobernadores que ha servido de contrapeso del Gobierno Federal y también de la propia Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)
Aunque esta alianza a veces parecía una extensión del GOAN (Gobernadores de Acción Nacional) porque la mitad de sus integrantes son del PAN, generó expectativas sobre un contrapeso del Gobierno Federal sobre las políticas públicas, pero particularmente sobre el sentido federalista del gobierno central de México,
De esta alianza ha sido impulsor el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, quien se convirtió en un actor influyente.
Esta agrupación de 10 gobernadores (5 del PAN, 2 del PRI, 1 del Movimiento Ciudadano, 1 del PRD y 1 independiente) si bien logró tener la atención del Gobierno Federal no pudo sumar a la mitad de los mandatarios estatales.
A esta Alianza Federalista, promovida por el gobernador priista Miguel Riquelme no se sumaron más gobernadores priistas que más bien tomaron distancia como son los casos de Alfredo del Mazo del Estado de México y de Omar Fayad de Hidalgo.
El 19 de marzo del 2019 nació la Coordinación Noreste COVID-19 con tres gobernadores: Jaime Rodríguez, El Bronco, de Nuevo León (Independiente), Miguel Riquelme, Coahuila, (PRI); y Francisco García Cabeza de Vaca, Tamaulipas, (PAN), quienes oficializaron un cerco sanitario para hacer frente a la pandemia de virus SARS-CoV-2, luego se convirtió en Alianza Federalista.
Luego se sumaron el panista José Rosas Aispuro, de Durango, y el perredista Silvano Aureoles, de Michoacán.
Posteriormente al bloque se sumaron Enrique Alfaro, mandatario de Jalisco surgido de Movimiento Ciudadano (MC), y José Ignacio Peralta de Colima por el PRI.
Después siguieron los panistas Diego Shinué de Guanajuato y Javier Corral de Chihuahua.
En la recta final, hubo tres nuevos miembros, los gobernadores panistas Martín Orozco de Aguascalientes y Francisco Domínguez de Querétaro, así como el priista Juan Manuel Carreras de San Luis Potosí.
La continuidad de la Alianza Federalista está en duda luego de que Morena ganó 11 de 15 gubernaturas y de que varios de sus integrantes están por entregar sus cargos como los casos de Javier Corral de Chihuahua y de Silvano Aureoles de Michoacán, además de que el de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, tiene enfocados sus esfuerzos para no pisar la cárcel por las acusaciones que hay en su contra.
Así las cosas, estamos ante el fin de la Alianza Federalista o bien de su relanzamiento o reagrupamiento.
Veremos.
¿LA CONAGO SERÁ MORENISTA?

Pero no sólo el destino de la Alianza Federalista está por verse sino también el de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el foro de diálogo entre los gobernadores de cada Estado y el Presidente de la República con el propósito de crear estrategias para el país y discutir las necesidades de la nación.
Y bueno, esto es porque Morena ganó 11 de 15 gubernaturas que se suman a las que ya tenía como la de Puebla o el gobierno de la Ciudad de México.
Morena ganó Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
El PAN ganó Chihuahua, Querétaro y San Luis Potosí, mientras que Movimiento Ciudadano se quedó con Nuevo León.
Luego de los resultados del seis de junio, Morena se quedó con 16 gubernaturas, el PAN con 8, el PRI con 4, Movimiento Ciudadano con 2, y el PES y PRD con una, respectivamente.
Por ahora, los gobernadores electos de Morena planean hacer modificaciones en la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), para establecer una mayor relación con el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
CRITICAN PAGO MILLONARIO POR LIMPIA

Pasando a temas locales, al referirse a la cuenta pública de mayo que los ediles de oposición rechazaron el miércoles en Sesión de Cabildo, la síndica Dulce María Pereda Ezquerra, señaló distintas anomalías en el manejo de los recursos como es la cantidad que se paga a dos empresas por el concepto de limpieza, mientras la ciudad sigue observándose sucia.
Precisó Pereda Ezquerra que el Municipio desembolsa la cantidad mensual de 23 millones de pesos como pago a los servicios de las empresas Promotora Ambiental, S.A. y Vértice, monto que consideró excesivo debido a la falta de resultados en ese rubro.
Lo cierto es que el servicio de limpia de Torreón es caro por las altas tarifas, pero peor la cosa porque es un servicio ineficiente e ineficaz.
CAMBIO DE ESTRATEGIA SOBRE ALCOHOLÍMETRO

A continuación, transcribo interesantes opiniones del abogado Jesús Jasso Fraire, a propósito del anuncio de las autoridades municipales sobre el regreso del Operativo Alcoholímetro:
“Cambiemos de estrategia para regular y sancionar adecuadamente el conducir en estado inconveniente o ebriedad.
Durante ya muchos años la problemática constante para las autoridades municipales ha sido sancionar de manera adecuada y ejemplar el conducir un vehículo en estado de ebriedad y los resultados han sido un fracaso.
Los accidentes de tránsito bajo esas circunstancias más que disminuir han aumentado y con ello muestran una norma jurídica fracasada en el intento de controlar ese problema.
Cuando se crea una regla o una norma jurídica de aplicación general con intención de corregir y a la vez atemperar un problema social como el conducir en estado de ebriedad y aquella no funciona para lo que fue creada, estamos ante la presencia de una ley inútil social y jurídicamente hablando.
Cuando esto sucede a la vista de todos y no se corrige, estamos ante un problema ya no de la ley o reglamento sino ante un nula o poca capacidad de la autoridad para reformar la norma y buscar nuevas soluciones.
Durante muchos años he sostenido la necesidad de eliminar la sanción económica (MULTA) y sustituirla por el ARRESTO de 36 horas obligatoria para todo aquel que sea sorprendido conduciendo un vehículo en estado de ebriedad o inconveniente. Incluso eliminar esta conducta del catálogo de delitos del Código Penal por inútil que ha resultado catalogarlo como tal.
Eso de pegarles en el bolsillo es una estrategia que no ha funcionado. No modificarla sería tanto como mantener un interés recaudatorio y no de solución verdadera y eficaz a tan grave problemática.
Es necesario emprender una reforma al Reglamento de Movilidad Urbana que dé mayor y mejores resultados en el combate a la conducción en estado de ebriedad.
Junto al arresto otras medidas de seguridad y prevención pueden ser aplicadas como forma más efectiva de desincentivar esa mala práctica ciudadana que aplicar una sanción económica.
Muchos gobiernos mantienen la multa bajo el interés económico y los ingresos que esto genera, sin embargo, el interés debe ser mayor y es el de salvar vidas.
Sólo necesitamos mayor voluntad política para enfrentar un problema que durante muchos años se mantiene sin que ninguna autoridad se atreva hacer algo distinto”.
Hasta aquí las interesantes opiniones de Jesús Jasso Faire.
¿Usted qué opina?
Nos leemos el lunes, Dios mediante.
reportelaguna2019@gmail.com