El gobierno maquilla la Ley de Aguas: venden espejitos y esconden el golpe directo al campo: Marcelo Torres.

Sí queremos una reforma profunda, pero no está simulación que concentra el poder y destruye derechos: Marcelo Torres

CDMX.- El diputado federal Marcelo Torres Cofiño advirtió que el gobierno federal está difundiendo como “grandes logros” cambios menores al dictamen de la Ley de Aguas Nacionales, cuando en realidad el contenido más delicado sigue igual: se elimina la transmisión de derechos, se prohíben transmisiones parciales, se bloquean cambios de uso y se concentra el control del agua en manos de CONAGUA mediante la figura discrecional de la reasignación.

“El gobierno presume avances que no existen. Cambiaron dos comas y quieren venderlo como si hubieran escuchado al campo. Pero la trampa sigue intacta: el productor deja de tener derechos y queda sometido al capricho de la autoridad. Eso no es modernizar el sistema hídrico, es encadenarlo.”

Torres Cofiño subrayó que el documento difundido por el oficialismo oculta los puntos centrales que detonaron las protestas recientes en el país:

• El artículo 22 mantiene la prohibición explícita de transmitir derechos de concesión.

• Toda herencia, venta de tierra o sucesión se convierte en reasignación condicionada, no en transmisión real.

• Se eliminan las transmisiones parciales y los cambios de uso, afectando la productividad, la flexibilidad agrícola y la operación cotidiana del campo.

• La prórroga se presumió como un “avance” al ampliarse de 1 a 2 años, cuando la ley vigente permite solicitarla con 5 años de anticipación, lo que significa un retroceso disfrazado.

• Permanecen mecanismos para reducir volúmenes, incluso cuando el propio productor invierta en eficiencia y tecnificación.

“Dicen que el dictamen ‘ya respondió’ a las demandas del campo. Falso. Dejaron intacto lo que más les duele a los productores y lo que más le conviene al gobierno: el control absoluto del agua. Quieren celebrar maquillaje… mientras esconden el veneno.”

“México requiere una reforma profunda… pero una que realmente sirva, no esta simulación”

Torres Cofiño dejó claro que sí está a favor de una reforma de fondo, moderna, transparente y orientada a garantizar seguridad hídrica, desarrollo económico y justicia para los productores, las industrias y los usuarios urbanos.

“México necesita una reforma hídrica seria, moderna y responsable. Lo he dicho siempre: el país no puede seguir con un marco legal parchado. Pero lo que presentó el gobierno no es una reforma profunda: es una simulación peligrosa. Y hoy lo maquillan para esconder lo que afecta al campo.”

De aprobarse así el dictamen tendría grandes consecuencias.

El diputado advirtió que, de aprobarse esta versión, las consecuencias serán profundas y negativas:

• Para el campo:

• Se perderá flexibilidad productiva.

• La herencia del agua se convierte en trámite condicionado.

• El valor de la tierra disminuirá.

• Miles de productores quedarán en incertidumbre.

• Para la industria y la agroindustria:

• Se frena la inversión.

• Aumenta el riesgo regulatorio.

• Más discrecionalidad en reasignación de volúmenes.

• Para ciudades y organismos operadores:

• Se debilita la gobernanza hídrica.

• Se concentra más poder en una autoridad sin contrapesos reales.

“Si aprueban esta ley tal como está, serán responsables de un nuevo estallido social en el campo, de hundir la productividad agrícola y de poner en jaque la seguridad hídrica del país. No es un tema técnico: es un tema de justicia, de futuro y de responsabilidad.”

Torres Cofiño llamó a rectificar de fondo y evitar que el país se encamine hacia una reforma hídrica que centraliza poder, reduce derechos y crea incertidumbre devastadora para el campo y la industria.

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