Gracias a las regulares avenidas que llevó el lecho seco del río Aguanaval
Domingo López Bustos/Reporte Laguna
MATAMOROS, Coahuila.-
Agricultores y ganaderos del sector social de este municipio y de Viesca Coahuila, esperan un remanso del agua “chocolatosa” que lleva el río Aguanaval, así como el que las autoridades de Protección Civil permitan abrir las compuertas de dicho afluente para almacenar ese recurso natural, preparar y sembrar sus parcelas con maíz y/o frijol para regarlas y de esta forma asegurar un sustento alimenticio a sus familias, cuando menos, por el resto del presente año.
Y es que esa agua del río, durante su trayecto desde su cuenca alta -en el estado de Zacatecas, donde nace-, trae consigo una importante cantidad de elementos orgánicos positivos, para el fortalecimiento en el crecimiento de las plántulas de dichos granos básicos, lo cual se convierte en un ahorro, al cien por ciento para los agricultores, que no compran fertilizantes, ni tampoco pagan derechos de agua, como sí lo hacen los del río Nazas.
El río Aguanaval a diferencia del Nazas, nadie lo contamina, pues no pasa por zonas conurbadas, sin embargo, las autoridades locales y estatales, tanto de Protección Civil, como de la DSPM de Matamoros y Viesca, actualmente mantienen operativos de vigilancia, día y noche para: Avisar con tiempo a la población civil sobre probables avenidas de gran volumen y realizar labores de evacuación, en caso de inundaciones.
Por otro lado, informó el titular de la Dirección Municipal de Protección Civil de Matamoros, Juan Carlos Salazar Rodríguez, que en cuanto a la disponibilidad de ese recurso hidráulico a los agricultores, sí se les otorga, siempre y cuando no haya volúmenes de más de 200 metros cúbicos por segundo, ya que no lo pueden controlar al abrir las compuertas de las represas, como la de Mieleras y El Fresno, cuadro bajo de Matamoros, lo cual podría provocar inundaciones en los ejidos que se localizan en esa zona rural.
Alrededor de unos 80 agricultores, son quienes, siembran bajo el sistema “Secano”, o de temporal y están solicitando la apertura de esa infraestructura hidráulica, para regar sus parcelas, aunque algunos no han preparado sus tierras, otros, apenas iniciaron el arado de la tierra en forma rudimentaria, ellos saben cómo “almacenar” el agua para usarla, cuando sus tierras hayan quedado preparadas y sembradas para recibir los riegos correspondientes.
Y precisamente cuando el río Aguanaval lleva un gasto de más de 200 metros cúbicos por segundo, -es muy impreciso, no se puede pronosticar la cantidad de agua que llevará en un año, pues incluso, hay períodos anuales, que no lleva escurrimientos-, un 70 u 80 por ciento va a dar a su destino final que es la Laguna de Viesca.
Tanto en Matamoros, como en Viesca, existen más de 200 productores ganaderos que lo mismo poseen hatos de cabras o vacas que cuando llueve, dan Gracias Dios porque con las precipitaciones crece el pasto natural y proteínico en el monte libre para alimentar a sus cabezas de ganado sin que les genere un costo, así como para evitar la mortalidad de sus hatos, al contrario, con un año llovedor, obtienen más leche y carne dentro de sus actividades productivas.
Tal es el caso de los ganaderos del ejido Alto del Palomillo, de Viesca, Coahuila, que poseen una extensión de 10 hectáreas de pastizales, que han sabido manejar para consumo de sus hatos ganaderos y para rentarlo a sus homólogos de otras comunidades.