IG LA COLUMNA + La oscura historia de Peñoles + Y sigue con sus ocultamientos

Por Isidro García

LA OSCURA HISTORIA DE PEÑOLES

La historia de Peñoles en Torreón ha sido tan oscura como su “cerro negro” que en lugar de ser un sitio emblemático es un gran monumento a la impunidad por el envenenamiento durante años de miles de habitantes de este municipio.

Claro que no se descubre el hilo negro pero el motivo del comentario se genera porque la empresa sigue ocultándole información importante a los ciudadanos sobre la contaminación y los riesgos que se han tenido como ocurrió con la fuga de ácidos del dos de marzo del 2022.

Por ello, vale la pena hacer un poco de memoria de la empresa que durante muchos años ha sido contaminante bajo el disfraz de ser una empresa socialmente responsable o generadora de riqueza entre la población.

La oscura historia de Peñoles es tan larga como el bulevar Revolución y desde hace décadas se convirtió en la principal empresa envenenadora de Torreón.

Como lo saben miles de torreonenses, durante años la empresa metalúrgica de Alberto Bailléres contaminó, contaminó y contaminó grandes extensiones del municipio de Torreón, particularmente las colonias cercanas como la Luis Echeverría Álvarez, la Metalúrgica, la Primero de Mayo o la Vicente Guerrero, entre otras.

A pesar de la evidente contaminación por plomo en las mencionadas colonias así como por las carreteras en las que transitaban los camiones de Peñoles que transportaban los materiales sin ninguna protección, la empresa negó una y otra vez el problema de la contaminación por plomo en la sangre de los niños.

Peñoles, que se manejaba como una empresa privada sin relación alguna con los diferentes grupos de la sociedad, empezó a reconocer el problema allá por el año de 1994 y no porque lo haya hecho de manera voluntaria sino que se vio forzada por las constantes manifestaciones de colonos.

En ese entonces, adivinó Usted, la empresa afirmaba una y otra vez que tenía muchos años cumpliendo con la normatividad vigente.

Sin embargo, los dichos de la empresa se derrumbaron cuando a cientos de niños que presentaban problemas de salud les detectaron niveles de plomo en sangre por encima de la normativa, lo que los llevó a recibir quelaciones para retirarles el metal de sus cuerpos.

La empresa metalúrgica se vio obligada a firmar un plan de acción en enero de 1996.

Al principio, Peñoles aceptaba a regañadientes el problema y “reconocía” la contaminación por plomo en áreas muy próximas a sus instalaciones.

Sin embargo, la empresa se vio, obligada otra vez, a aceptar la contaminación en amplios sectores, lo que llevó a la compra de decenas de viviendas de una parte de la colonia Luis Echeverría. Posteriormente, compraría otras tantas viviendas de la colonia Vicente Guerrero.

Ante la enorme presión social, la empresa se vio obligada a adquirir decenas de viviendas pero también a construir grandes domos en el interior de sus instalaciones para evitar la contaminación por plomo.

Decía que Peñoles firmó un plan de acción en enero de 1996 que también contempló la atención a niños envenenados con el plomo de la empresa.

Para reducir los impactos negativos, la empresa hizo esfuerzos para decir que era una de las empresas que generaba cientos de empleos directos e indirectos, además de favorecer la economía de la ciudad.

Sin embargo, Peñoles sigue teniendo su parte oscura al seguir con la práctica del ocultamiento de la verdad sobre lo que sucede en la empresa y que tiene implicaciones en el medio ambiente de la ciudad.

Y SIGUE CON SUS OCULTAMIENTOS

A pesar de que la opinión pública ha estado encima de Peñoles, esta sigue con el ocultamiento de la verdad con lo que sucedió en la peligrosa fuga ocurrida el dos de marzo del 2022.

Me refiero a que Peñoles, ahora dirigida por Fernando Alanís Ortega, está ocultando el dictamen y las multas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) sobre la fuga de ácidos.

Para informar a nuestros lectores y a la sociedad toda, Reporte Laguna recurrió a Peñoles para solicitarle información sobre los resultados de la inspección a sus instalaciones realizada hace casi tres meses por la Profepa, así como las multas que se hayan derivado de las fallas pero no se obtuvo respuesta.

Este medio recurrió a la empresa al igual que lo hizo cuando se registró la fuga de ácidos y recibió dos comunicados de la empresa en la que ésta dio a conocer su versión sobre los hechos.

Al igual que en nuestras anteriores solicitudes, se recurrió a Silvia Landeros Hernández, del área de Comunicación de Peñoles, quien el 4 de mayo del 2022 respondió que no disponía de esa información y pidió tiempo para solicitarla a las áreas correspondientes.

Sin embargo, los días transcurrieron y las solicitudes de información no fueron respondidas por Peñoles.

Definitivamente, Peñoles volvió a la vieja práctica de querer tapar el sol con un dedo luego de aquel dos de marzo y se ha negado a informar a la comunidad sobre el dictamen y las multas aplicadas por Profepa.

Por ello, cuando la empresa dice lamentar las molestias causadas a los vecinos y ha reiterado el compromiso para que no se vuelva a repetir, todo suena a frases hechas, a las mismas frases de los años más negros para la empresa.

Ojalá que la empresa informe e informe bien sobre el dictamen y las multas en lugar de andarle apostando al olvido.

Nos leemos mañana, Dios mediante.

reportelaguna2019@gmail.com

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