Staff / Reporte Laguna
Gómez Palacio, Durango.-
Ante la disminución de católicos en un 2 por ciento de acuerdo a los datos arrojados por el Censo de Población y Vivienda 2020, la Diócesis de Gómez Palacio, le apuesta a la calidad de la fe, más que fijarse en cifras.
El vicario de la Diócesis, padre, Julio Carrillo Gaucín, recordó que el Papa Francisco y antes el Papa Benedicto expresaron “que no se trata de valorar tanto la participación en la iglesia por cantidades sino hoy se tiene que mirar la calidad de fe”, reafirmó.
Reconoció lo difícil que es hoy en día el hacer llegar el mensaje de fe a las personas, a través de los medios electrónicos, pero consideró que se debe seguir trabajando y eso es a lo que le estamos apostando, expresó el vicario.
Sin embargo, dijo que; “más que ocupar más que preocupar, que haya disminuido un dos por ciento los que se profesan como católicos, tenemos que trabajar con más intensidad, siendo fieles al evangelio, tenemos que seguir haciéndolo de la mejor forma, en estos tiempos complicados y difíciles, sobre todo por la indiferencia religiosa”.
Hizo un llamado a las personas que ante la pandemia no se desanimen, que no dejen de trabajar en su fe, al ser momentos en que se necesita mucha oración y acercamiento a Dios.
Señaló que es un efecto de la misma pandemia “uno experimenta que hay mucha gente resentida con Dios por la muerte de los seres queridos y quizá sea una pregunta muy válida, es un fenómeno tan natural la muerte, que, llega cuando quiere, donde quiere y a quien quiere”, manifestó.
Mencionó que seguirán trabajando en los proyectos de Pastoral de cada diócesis. En el caso de la de Gómez Palacio, agregó, que se están integrando pequeñas células de formación de personas, para que de ahí florezca la fe y luego se multipliquen y formen otras comunidades por las que de la evangelización más que en masas.
Cabe citar que de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020, del INEGI, en Durango la cantidad de profesantes católicos disminuyó en comparación con 2010 al bajar del 85.9 por ciento al 83, mientras que la protestante aumentó del 6 al 9.2 y las personas sin religión pasaron de 3.6 a 6.8 por ciento.