Por Isidro García
¡AH QUÉ SHAMIR!
Shamir Fernández Hernández no pensaba, no imaginaba, no creía… estaba segurísimo que ganaría la diputación local por el Distrito 10 para su esposa Pily de Aguinaga, a quien así se lo había prometido.
Sin embargo, el expriista diputado federal ahora de Morena nunca le pasó por su mente la derrota, una derrota que no sólo le pegó en el ego si no que fue feamente exhibido.
En el Distrito 10 de Torreón sí había un contrincante de verdad como lo fue Shamir, quien del lado del PRI había ganado varias elecciones.
En esta ocasión, Shamir quería demostrar que fuera del PRI y ahora con Morena sería un ganador. “Gran ofrecedor, nunca buen cumplidor”, dice el refrán.
El diputado federal ahora de Morena hizo una amplia campaña para hacer ganar a Pily y en plenas elecciones de mayo y junio se convirtió en santoclós.
Fernández ofreció de todo: Becas del Bienestar a jóvenes, madres solteras, adultos mayores, así como miles de pesos de programas federales.
Además de los ofrecimientos y fiel a su costumbre, el político no se midió en mentiras tras mentiras para hacer ganar a su Pily.
Diversas fuentes me han informado que Shamir pagó mil pesos a vecinos de las colonias Rincón La Merced y Manhattan para colocar lonas en las fachadas de sus viviendas.
A pesar de todo esto, Shamir Fernández Hernández fue feamente derrotado en la persona de Pily de Aguinaga, quien tardó días en reaparecer públicamente.
OPERADORES ELECTORALES EFECTIVOS

Shamir Fernández Hernández perdió porque hizo mal los cálculos.
En primer lugar, Shamir no pudo llevarse a su compañero, amigo y compadre Felipe González Miranda.
Ha trascendido que el ahora de Morena le hizo un jugoso ofrecimiento económico a Felipe quien no cedió a las tentaciones.
Además, tampoco logró llevarse son él a los coordinadores o coordinadoras como Marina Guzmán.
Los operadores electorales del PRI realizaron un trabajo eficaz y eficiente como ocurrió en Rincón La Merced y Manhattan, entre otros, cuyos sectores en lugar de ser contención se convirtieron en fortaleza.
En esas colonias pertenecientes al Distrito 10 hubo un trabajo cercano con la estructura que lograron fortalecer el equipo a favor de Hugo Dávila y Felipe González, candidatos propietario y suplente a la diputación local.
Si bien el PRI envió a muchos operadores al Distrito 10, hubo tres que destacaron, José Guadalupe Ayala, Óscar Olguín y Carlos Morales, quienes fueron contundentes en su trabajo y rindieron buenas cuenta de inicio al fin de la campaña.
EL PT LOS DEJÓ COLGADOS

Sucede habitualmente en las elecciones cuando los partidos políticos o los candidatos perdedores les quedan a deber a quienes fueron sus operadores electorales, brigadistas, porristas, representantes generales o representantes de casillas.
Ahora, el Partido del Trabajo (PT) dejó colgados a decenas de personas que trabajaron con ellos en la campaña y que no les pagaron total o parcialmente.
Esto se ha detectado en el Distrito 9 donde la candidata fue Miroslava Sánchez Galván.
A decenas de personas les dieron un pago inicial de 300 pesos y les quedaron a deber 700 pesos.
Lo que se sabe es que días antes de la elección y a sabiendas de que Ricardo Mejía Berdeja no tenía absolutamente ninguna posibilidad de triunfo, fue cerrada la oficina del PT en Torreón.
Pero no sólo eso, me dicen que enviados del PT Nacional decidieron ahuecar el ala, abandonaron Coahuila y abandonaron a Ricardo Mejía.
Ha trascendido que hasta ahora no se sabe dónde quedó la bolita (o más bien el dinero) sobre este tema.
Lo cierto es que no pocos han volteado los ojos al coordinador de campaña, Severo Ortiz, y a la candidata a diputada local, Miroslava Sánchez.
Por ahora no se tiene información si los defraudados recuperarán lo que se los ofreció o si se quedarán como el chinito nomás milando.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
EMAIL: isidro.garcia.reportelaguna@gmail.com