Por Isidro García
La semana pasada, el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante (PAN) anunció que regresará a sus actividades particulares, a seguir trabajando, luego de que termine su gestión el próximo 31 de diciembre.

Zermeño tendrá un triste adiós de su carrera política por doble partida, por haber sido derrotado en la pasada elección de diputado federal y porque contribuyó de manera importante para que el PAN perdiera la presidencia municipal.
Cuando Zermeño perdió la elección de diputado federal en el 2015, Sergio Lara Galván decía que era muy lamentable que terminara así su carrera, luego de haber sido diputado federal, presidente municipal (el primero de oposición), senador y embajador de México en España.
La carrera política de Zermeño no terminó de fea forma en el 2015 pero sí en el 2021, aunque se va siendo alcalde, pero un alcalde que fue reprobado dos veces por los ciudadanos, una en la elección de diputados locales del 2020 y otra en la elección federal y de alcaldes del 2021.
El panista tiene un triste adiós porque fue reprobado por los ciudadanos por su desastrosa administración, por haber mantenido y solapado a funcionarios nefastos (cuya lista es tan larga como el bulevar Independencia) como por no haber solucionado los problemas de la ciudad.
Jorge se va sin haber realizado una obra importante, destacada, relevante, y cómo lo pudo haber logrado si se la pasó “rehabilitando”, “mejorando”, “modernizando” lo que había y lo hizo en muchos casos con el apoyo de la iniciativa privada, como los de sus amigos del Grupo SIMSA a cuyo mandamás Nesim Issa Tafich le otorgó la medalla como “Ciudadano Distinguido”.
El alcalde también se va con muchas sospechas por el otorgamiento de obras por adjudicación directa a su empresa favorita del Grupo Marniez de Mario Ezcurdia Carmona, fuertemente relacionada con su hijo Alfonso.
En fin, Jorge Zermeño se va con un mal sabor de boca de quienes lo apoyaron para que fuera alcalde por un año y luego alcalde por tres años, cuatro años perdidos para Torreón.
¿SABES LO QUE LO ENLOQUECIÓ?
La soberbia es mala consejera y en política lo es doblemente.
A Jorge Zermeño Infante lo enloqueció el haber ganado, pero sobre todo el haber ganado con tanta diferencia, el haber obtenido la mayor votación jamás lograda en Torreón.
Eso lo enloqueció.
A grado tal que Zermeño publicó un desplegado grande el 8 de julio del 2018, en el que incluso presumió haber obtenido más votos que Andrés Manuel López Obrador, comparación improcedente porque aquel fue candidato a alcalde y el segundo fue candidato a Presidente de la República.
Jorge Zermeño Infante 152 mil 035 votos
Andrés Manuel López Obrador 146 mil 897 votos
Así fue como Zermeño y los suyos, los que desde entonces y a la fecha le han aplaudido como las focas, presumieron que había obtenido la mayor votación jamás lograda en Torreón y que había obtenido más votos que López Obrador.
Zermeño les falló a los ciudadanos a los que había invitado a “construir una mejor ciudad, limpia, ordenada y con servicios de calidad”.
Zermeño les falló a los ciudadanos a los que entonces les dijo que “por brindarnos tu confianza y decirte que no te vamos a fallar, que seguiremos actuando con honradez y transparencia”.
Zermeño les falló a los ciudadanos cuando les dijo “les reitero mi disposición para seguir sirviendo a todos sin distingos de credos políticos o religiosos o de cualquier tipo de preferencias”
Zermeño les falló a los ciudadanos cuando les manifestó que “seguiremos buscando coordinar esfuerzos con el Gobierno Federal y con el nuevo Gobierno Federal a quienes les deseamos el mayor de los éxitos por el bien de México”.
Zermeño falló, falló, falló…
Nos leemos mañana, Dios mediante.
reportelaguna2019@gmail.com