Asegura que no tuvo nada que ver con la carta compromiso elaborada por la SEP para que los niños regresen a clases presenciales
Reporte Laguna / El Demócrata
Ciudad de México.-
El Presidente Andrés Manuel López dio marcha atrás a la exigencia de una carta responsiva que firmarían los padres de familia para el regreso a clases de sus hijos y dijo no estar de acuerdo con ella y desconoció quién la propuso.
Esto después de que hace unos días su propia Secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, durante la conferencia Mañanera dio a conocer que esa medida sería aplicable a todos los padres de familia al momento de llevar a sus hijos a la escuela.
El mandatario afirmó que la carta no será obligatoria para llevar a la escuela a los niños, y señaló que su gobierno tiene que luchar contra ‘burocratismos’.
“La carta no es obligatoria. Si van los niños a la escuela y no llevan la carta, no le hace. Nosotros aquí tenemos todavía que enfrentar esta concepción burocrática, autoritaria, que se heredó del período neoliberal”.
El Presidente López preguntó: “¿Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta? Pues no, fue una decisión de abajo. Si me hubiesen consultado, hubiese dicho no. Somos libres, prohibido prohibir, pero todavía tenemos que ir limpiando en el gobierno de estas concepciones burocráticas autoritarias, y desde luego terminar de limpiar el gobierno de corrupción y de ineficiencias, de demoras”.
Y entonces lanzó una severa crítica contra su propia Secretaria de Educación a la que acusó de burócrata dedicada a estar inventando cosas. La carta fue “producto del ocio”, dijo y recalcó que la carta compromiso “No es obligatoria…Tenemos que correr riesgos en la vida, todos; imagínense si no salimos porque nos podemos enfermar con un mal aire”, señaló.
CARTA COMPROMISO SEP
Dicha carta generó preocupación en muchos sectores de la sociedad, ya que únicamente se les exigía únicamente responsabilidades a los padres de familia ante futuros casos positivos de COVID-19 en los niños.
El Gobierno mexicano busca que el próximo curso escolar sea presencial para sus 33 millones de alumnos, algo que ha inquietado a algunas familias a raíz de la tercera ola de COVID-19 impulsada por la variante delta.
Con información de López-Dóriga Digital/redacción El Demócrata