Por: Isidro García
ALCALDE DE MENTIRITAS
Este lunes, Sergio Lara Galván tomó protesta como alcalde de Torreón, en sustitución de Jorge Zermeño Infante, quien solicitó licencia al cargo para ir en busca de una diputación federal.
En su mensaje, el alcalde interino dijo contar con la capacidad para encabezar el gobierno municipal, mismo que en su encargo tendrá principios fundamentales como la honestidad y transparencia.
“Es un imperativo precisar que a esta responsabilidad no llego solo, sino acompañado del equipo de la administración municipal conformado por mujeres y hombres valiosos, comprometidos y de quienes tengo la seguridad que seguirán trabajando con un alto grado de responsabilidad”, manifestó.
Lara Galván también ha ocupado otros cargos como director administrativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), regidor y subdelegado de la Procuraduría Federal del Consumidor.
De igual manera, en la Sesión de Cabildo se dio nombramiento a Héctor Javier Rivera López al frente de la Secretaría del Ayuntamiento, funcionario que anteriormente era responsable de la Dirección de Movilidad Urbana.
Hay quienes son de la opinión de que Sergio Lara será un alcalde de mentiritas durante algo así como 100 días porque no garantiza, por mucho, la continuidad de servicio público.
A Lara se le ven pocas capacidades para ejercer la dirección del Municipio que favorecerá que los funcionarios hagan y deshagan a su antojo. “Si con Jorge Zermeño varios hacían lo que les pegaba la gana, cuantimás con Sergio Lara”, expresan algunos.
Al no tener la capacidad de mando, los funcionarios harán lo que a sus intereses les convenga en este último año de administración municipal al que muchos les llaman “Año de Hidalgo”.
Lo verdaderamente malo es que el que no se tenga la capacidad de mando se reflejará en perjuicio de los ciudadanos en la atención y solución de sus demandas. “Como siempre, el ciudadano será el que pague los platos rotos”, dicen.
Aunque Jorge Zermeño ha dicho que Lara garantiza la continuidad de la administración y aunque el propio Lara dice que los funcionarios seguirán trabajando con un alto grado de responsabilidad, la realidad es que hay celos entre los principales funcionarios de la administración municipal torreonense.
Si celos hubo antes, se esperan más ahora que Lara ha llegado al interinato de la alcaldía con el único mérito de ser el incondicional de Zermeño.
Si Lara tuvo roces con diversos funcionarios, tendrá más en estas luchas de poder que se dan en Palacio.
Y más problemas se esperan por las metidas de mano de Astrid Casale, la esposa de Zermeño, y de los hijos de Zermeño a quienes no pocos los ven como los nuevos ricos de Torreón.
SU TRISTE PASO POR LA DSPM
Me han llegado diversas historias tristes del paso de Sergio Lara Galván, quien llegó primero como auxiliar de la Dirección Administrativa de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) cuando Javier “El Colorado” Gutiérrez Pesquera era el titular.
Las diversas historias coinciden: Lara llegó como auxiliar de esa dirección con una mano adelante y otra detrás. Lara era el bufón de “El Colorado”. Lara el “traidor”, tráeme esto, tráeme aquello.
También hay coincidencias en el por qué Zermeño dejó en el cargo a Lara. Pero esa, esa es otra historia.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
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IG LA COLUMNA