Por Isidro García
CAMPAÑA SIN BRONCAS
Los problemas que tuvo fueron antes de las campañas. Había quienes no querían que en Coahuila fuera candidato al Senado de la República.
Sin embargo, porque se convencieron de que si querían romper la jettatura de cuatro derrotas al hilo y de que si querían votos para ganarle a Morena, la alternativa fue darle la candidatura.
Fue así como Miguel Ángel Riquelme Solís obtuvo el primer lugar de la fórmula al Senado, acompañado de María Bárbara Cepeda Boehringer. Uno de La Laguna y una de la Región Sureste.
Llegó a la candidatura de la alianza PRI-PAN-PRD (Alianza Fuerza y Corazón por México) luego de la histórica victoria del PRI en el 2023 con Manolo Jiménez Salinas y de que Morena no ganó uno solo de los 16 distritos locales.
El exalcalde de Torreón y exgobernador de Coahuila llegó a la candidatura con buenas credenciales, entre estas la aprobación ciudadana y la victoria de su partido en el año inmediato anterior, su campaña se ha desarrollado sin broncas.
Contrario a los problemas que ha habido en la candidatura de Morena al Senado, la de Riquelme ha sido una campaña en la que no hay críticas, diferencias o señalamientos de los actores de los diferentes partidos políticos que lo postulan.
Miguel no sólo fue designado candidato para romper la mala racha del PRI de cuatro derrotas al hilo en los procesos 2000-2006, 2006-2012, 2012-2018 y 2018-2024, sino para fortalecer las campañas de los candidatos a diputados federales y a las presidencias municipales.
Con una media docena de elecciones en su haber, Riquelme se la sabe, sabe cómo hacer campañas electorales, sabe de fortalezas y debilidades.
Sin problemas al interior del PRI, PAN o PRD, el político hace una campaña a veces solo y a veces acompañado de Bárbara, quien también hace campaña alterna.
Electoralmente, el de Torreón también sabe de las amenazas y oportunidades, de los lugares que requieren mayor atención.
Su campaña se ha visto como una intervención quirúrgica, con tiros de precisión.
Y su campaña y sus bonos le han venido bien a los candidatos a diputados federales y a presidentes municipales.
EL EFECTO RIQUELME
En cada elección invariablemente se ven los efectos que generan ciertas personas o sucesos.
En el 2000, el de Vicente Fox (Efecto Fox), en el 2018, el de Andrés Manuel López Obrador (Efecto López Obrador), favorecieron a muchos para ganar gubernaturas, senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales y alcaldías.
En el 2024 en Coahuila, se advierte el Efecto Riquelme que sin duda alguna favorecerá a candidatos a diputados federales y presidentes municipales.
Esto se ha advertido en eventos en los que ha acompañado a los candidatos a alcaldes de Torreón, Román Alberto Cepeda González, de Matamoros, Miguel Ángel Ramírez López, de San Pedro, Brenda Güereca y de Francisco I. Madero, Paty Quistián, así como a diputados federales como Hugo Dávila.
Los eventos con Riquelme han sido oro molido para los candidatos priistas.
Nos leemos mañana si Dios quiere.
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