“La lectura de un libro es un diálogo incesante, en el que el libro habla y el alma contesta”: André Maurois, novelista y ensayista francés.
Por Isidro García
EL LIBRICIDIO DE LA UVM
La Universidad del Valle de México (UVM), la misma que presume de formar profesionales de nivel internacional, es la misma que decidió la destrucción de miles de libros.
El libricidio cometido por la UVM, la misma que se vanagloria de contar con más de 180 programas educativos y 300 internacionales con excelencia a nivel nacional e internacional ideales, ha sido condenado por muchos.
El 11 de noviembre de 2024, la Universidad del Valle de México anunció que a finales de enero de 2025, concluiría la operación del Campus Torreón, “como parte de una nueva estrategia de la institución para la prestación de sus servicios educativos en el país”.
La institución ofreció alternativas para sus estudiantes, incluyendo la posibilidad de transferirse a otros campus UVM a nivel nacional, por ejemplo: Cumbres (Nuevo León), Saltillo (Coahuila) y Campus Online, considerando un plan de becas e incentivos. También reportó que se habían concretado convenios con instituciones de prestigio en Torreón para facilitar la transición de quienes prefieran esta opción.
EL DESTROZO DE LOS LIBROS
Como el tiempo avanza inexorablemente, se llegó enero de 2025 y es cuando la UVM mandó miles de libros a una empresa recicladora de papel ubicada en la calle Francisco Villa del ejido La Unión de Toreón.
El tiradero de libros en la recicladora provocó imágenes devastadoras y escenas perturbadoras.
En redes sociales, se generó una ola de indignación de ciudadanos que cuestionaron a la universidad.
Hubo expresiones de tristeza y acusaciones de falta de ética en contra de la Universidad, a quien públicamente le reclamaron no haber dado un mejor uso de esos libros, como la donación a otras escuelas, universidades o bibliotecas.
El deshacerse de los libros de esa manera es como si se hubieran quemado o tirado a la basura.
La Universidad del Valle de México dio su respuesta sobre el porqué los libros de su biblioteca en Torreón fueron enviados a una empresa recicladora de papel.
Informó que los libros fueron descartados y se destinaron a una planta recicladora porque ya eran obsoletos y no cumplían con los estándares académicos de la institución.
La respuesta de la Universidad, sin duda alguna, fue igual de triste y devastadora como el hecho de que los libros hayan ido a parar a una recicladora.
Según la del Valle de México, algunos títulos eran obsoletos y ya no cumplían con sus estándares académicos.
La pregunta es muy sencilla: ¿Los títulos que fueron enviados a la recicladora eran de actualidad y cumplían con sus estándares académicos hasta antes de su cierre en Torreón?
La percepción es que si la Universidad del Valle de México no tuvo consideración con personas menos la tendría con unos simples libros.
Nos leemos el lunes si Dios quiere.
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