Por Isidro García
LA RENUNCIA DE ROMÁN
Román Alberto Cepeda González (PRI) ha sido renunciado “n” veces como presidente municipal de Torreón.
No hay dato duro, ni cierto, de que el priista vaya a renunciar, aunque el término correcto es solicitar licencia porque los cargos de elección popular son irrenunciables.
Por motivos de salud (ciertamente ha estado bajo tratamientos médicos) o por otras razones, Román no renuncia.
Una y otra vez se ha dicho que “ya” se ha dado la renuncia, aunque también se ha escuchado en radio pasillo que esto será cuando se den los plazos para no convocar a nuevas elecciones.
Insisto, la realidad de las cosas es que, por ahora, no hay tal renuncia de Cepeda, lo cual ha dado pie a toda clase de especulaciones, rumores y señalamientos.
Se ha mencionado una renuncia voluntaria o “voluntariamente a fuerzas”.
Se ha agregado que en el caso de que Román no renunciara se le promovería un juicio político.
Le subrayo, por ahora no hay tal renuncia y de haberla sería uno de los secretos mejor guardados de la política estatal.
Está por demás decir que las “n” veces que Román ha sido renunciado, las “n” veces que han circulado los nombres de sus posibles sucesores.
Que si el sucesor sería Hugo, Paco, Luis, Felipe, Xavier o los dos Migueles.
Lo cierto es que no se ve que Román vaya a presentar su renuncia “por razones personales” ni tampoco que se le vaya a promover un juicio político.
AL ALCALDE LO DEJAN SOLO
Lamentablemente, algunas de esas versiones han sido abonadas por funcionarios municipales de los diferentes niveles.
Pareciera que tales funcionarios estarían descontentos con su jefe o de otra manera no se entiende ser proclives al comentario o al siseo sobre el tema.
En no pocos casos, funcionarios municipales parecen actuar para sus intereses que en cuidar los de su jefe.
Los colaboradores, se supone, están para ayudar y resolverle problemas a su jefe, el alcalde, pero no atienden ni mucho menos resuelven.
En algunos momentos, particularmente en los de crisis, el alcalde ha tenido que salir al frente para atender las contingencias. ¿Y sus colaboradores? Bien, gracias.
Le decía, algunas de esas versiones son abonadas por gente que trabaja en el Municipio, que está ahí por el alcalde.
Está más que visto: El alcalde es la figura que será, para bien o para mal, recordada por los ciudadanos, no de quienes fueron los directores de policía, tránsito, finanzas, obras públicas, etcétera.
Como también está más que visto que los ciudadanos le cobran al alcalde en turno las ineficiencias, ineficacias, ineptitudes, incompetencias e indiferencias de sus funcionarios.
¿Hay funcionarios desleales, traidores?
ELECCIONES INTERMEDIAS
El tema de las “n” renuncias de Román Alberto Cepeda González a la alcaldía de Torreón se da en un interesante contexto político-electoral: En el 2026 habrá elecciones de diputados locales.
La historia en Coahuila indica que cuando “cae” un alcalde, por la razón que sea, al año siguiente el PRI pierde la elección.
Le menciono dos casos: El de Eleazar Galindo Vara, alcalde de Saltillo, y el de Mariano López Mercado, alcalde de Torreón.
Eleazar, en el sexenio de Eliseo Mendoza Berrueto, fue electo alcalde para el período 1988-1990.
Galindo Vara dejó inconclusa su administración municipal, siendo sustituido por Mario Eulalio Gutiérrez Talamás.
La siguiente administración fue ganada por el panista Rosendo Villarreal Dávila.
Mariano López Mercado, en el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy, fue electo alcalde para el período 1994-1996.
Mariano renunció en 1995 a la administración municipal y fue sustituido por Salvador Jalife García.
La siguiente administración fue ganada por el panista Jorge Zermeño Infante.
Las elecciones intermedias del 2026 de diputados locales serán sumamente competitivas entre el PRI y Morena.
Nos leemos mañana si Dios quiere.
EMAIL: isidro.garcia.reportelaguna@gmail.com