Por Isidro García
VOTACIÓN HISTÓRICA
Como lo he hecho a lo largo de más de 30 años de elecciones, sigo con el análisis de lo que sucedió en la elección del 4 de junio en la que se renovaron la gubernatura y el Congreso del Estado de Coahuila.
Permítame decirle que Manolo Jiménez Salinas (PRI-PAN-PRD) no sólo arrasó sino que ha logrado obtener la votación más alta en la historia de las elecciones de gobernador de Coahuila.
En mi columna de ayer comenté: “Ahí le va: Manolo Jiménez podría obtener la votación más alta en la historia de Coahuila que por ahora la tiene Rubén Moreira Valdez, quien alcanzó 725 mil 340 votos”.
Y en efecto, Manolo obtuvo la votación histórica de 741 mil 731 sufragios (57 por ciento de la votación) contra los 725 mil 340 votos alcanzados por Rubén en la elección del 2011.
En el 2005, Humberto Moreira sumó 488 mil 348 votos, y en el 2017, Miguel Riquelme alcanzó 482 ml 874 votos.
Le comparto que en las elecciones del 2005, Humberto compitió contra Jorge Zermeño Infante (PAN), obteniendo la cantidad más alta de votos registrada en la historia del Estado.
Sin embargo, en el 2011 Rubén Moreira alcanzaría 725 ml 340 votos, y ahora en el 2023 Manolo Jiménez supera esa cifra con 741 mil 731 votos.
Manolo Jiménez no sólo ganó la elección sino que “jaló” a los candidatos a diputados locales, entre estos a dos que tres que andaban apurados.
EL PAN AL CUARTO LUGAR
Como partido, Acción Nacional (PAN) se fue hasta el cuarto lugar, por lo cual el blanquiazul no debe echar las campanas al vuelo al haber ganado en coalición con el PRI y el PRD.
Soy de la opinión de que el PAN aceptó la alianza con el PRI principalmente debido a los malos resultados en las últimas elecciones.
Ahí le van los números:
Primer lugar: PRI con 616 mil 466 (47.32 por ciento).
Segundo lugar: Morena con 279 mil 894 votos (21.48 por ciento).
Tercer lugar: Partido del Trabajo con 173 mil 380 votos (13.30 por ciento).
Cuarto lugar: Partido Acción Nacional con 89 mil 473 votos (6.86 por ciento).
El quinto, sexto y séptimo lugares son para UDC, PRD y Partido Verde.
Así que los panistas deben reflexionar sobre la pobre votación obtenida el 4 de junio.
GOBERNADOR APROBADO
El pueblo da y el pueblo quita.
Se ha vuelto costumbre que los ciudadanos premian o castigan a los buenos y malos gobiernos.
Así como el PAN tiene años sin perder en Guanajuato o en Chihuahua, hay otros Estados donde gana Morena o el PRI.
En el caso de Coahuila, el PRI no sólo ganó sino que arrasó pero además de eso estaría llegando a 100 años de gobernar la entidad.
En ese contexto, Manolo Jiménez se vio favorecido por Miguel Ángel Riquelme Solís, quien fue aprobado por los ciudadanos.
Aunque a algunos no les guste, durante meses Riquelme apareció como en los primeros lugares y luego en el primer lugar como el gobernador mejor evaluado del país.
Los resultados de la elección del 4 de junio confirman la aprobación ciudadana a Riquelme.
La calificación del mandatario estatal ha sido por los índices en materia de seguridad, inversiones, empleo, salud y manejo de la pandemia, entre otros.
EL TRABAJO DE JIMÉNEZ SR.
En las campañas políticas, los cónyuges de los candidatos, padres, tíos o hermanos, participan cada quien a su forma.
Por ejemplo, en la campaña de Ricardo Mejía (PT) quien participó fue su esposa Marlenne Cañas.
En la campaña de Manolo Jiménez (PRI-PAN-PRD) participó su padre Manuel Jiménez Flores.
El ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) hizo talacha desde hace un buen tiempo lo mismo visitando a compañeros de su generación y otros de la misma institución que con amigos y gente de la sociedad civil.
Manuel Jiménez hizo una campaña alterna prácticamente en todo el Estado que sin duda alguna se reflejó en la victoria de su hijo Manolo.
SHAMIR, EL GRAN PERDEDOR
Pareciera que a quienes se les fue el internet es a Shamir Fernández Hernández y a su esposa Rocío Guadalupe Aguinaga Peraza (Pily de Aguinaga), quienes no han dicho absolutamente nada en sus redes sociales a las que son asiduos.
Pero bueno, en mi columna de ayer comentó que había perdido Shamir Fernández con la estrepitosa derrota de Pily de Aguinaga, quien buscó la diputación local por el Distrito 10.
Y en efecto, todo mundo coincide no sólo en que Shamir perdió sino que fue el gran perdedor de la elección porque no pudo hacer ganar a su esposa a pesar de haberle metido buena cantidad de dinero a la campaña.
Me dicen que Shamir gastó miles y miles de pesos, que pagaba cientos de pesos para poder colocar las mantas de Pily, que gestionó préstamos de decenas de miles de pesos de programas federales a fondo perdido.
En suma, que a pesar de todo lo que hizo no pudo hacer ganar a su esposa Pily quien creía, pensaba y se imaginaba que su esposo era “El Nonplusultra” que la haría ganar y que después juntos irían por la Presidencia Municipal de Torreón.
RICARDO LO HIZO POR TERCERA VEZ
Lo que hizo Ricardo Mejía Berdeja en la elección del 4 de junio para gobernador ya lo había hecho dos veces.
Yo tenía registrado que Mejía renunció al Partido Revolucionario Institucional en el año 1997 cuando no le dieron una candidatura a diputado federal.
Luego, en el año 1999, Ricardo fue precandidato del PRD al Gobierno del Estado de Coahuila. Esta fue la primera vez.
Posteriormente, en el año 2005, Mejía vuelve a tomar una posición similar a la que tomó este 2023 cuando su entonces jefe Raúl Sifuentes Guerrero, quien era un poderoso secretario de Gobierno, no obtiene la candidatura del PRI al Gobierno del Estado. Humberto Moreira, quien sería candidato del PRI, invita a Ricardo, se hace el digno y no acepta. Esta fue la segunda vez.
Ahora en el 2023, Ricardo Mejía siguió exactamente los mismos pasos que las dos veces anteriores.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
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