Víctor Barrón / Reporte Laguna
Torreón, Coahuila.- Como cada año, el presbiterio de la Diócesis de Torreón renovó sus promesas sacerdotales en la Misa Crismal, celebración oficiada la mañana de este Jueves Santo por el obispo Luis Martin Barraza Beltrán.
En esta eucaristía, explicó Barraza Beltrán, se bendicen los Santos Óleos y se consagra el Santo Crisma, que son materia de la celebración de algunos sacramentos.
«Significa la unción que hace el Espíritu Santo a los creyentes, a la comunidad diocesana para que siga realizando la misión de Jesucristo», expresó.
Y al referirse al tema de las vocaciones sacerdotales en la región de La Laguna, el obispo reconoció que actualmente existe una crisis en ese sentido, con apenas 18 seminaristas en formación en Torreón y 16 en Gómez Palacio.
«Pero también hay un trabajo que se está realizando en la Pastoral Vocacional y en cada parroquia, los procesos evangelizadores que se están haciendo, la misión permanente que se está haciendo, la sectorización; pues todo este ánimo misionero que está suscitándose en el corazón de nuestros laicos, pues también son esperanza, porque son semilla, siembran la fe, siembran el Evangelio y pues, también ahí va implícito las vocaciones», manifestó Barraza Beltrán.
La Diócesis de Torreón cuenta hoy en día con 100 sacerdotes diocesanos y 35 religiosos distribuidos en 60 parroquias y ocho capellanías.
Y aunque el alcance del presbiterio es suficiente a razón de un sacerdote por parroquia, en la actualidad se necesita vicario en la parroquia de San Pedro de las Colonias, en Matamoros y en Francisco I. Madero; lo que duplica las necesidades en esos casos en particular.