Por: Isidro García
REGIDORA VALIENTE
En el municipio de Matamoros, Coahuila, la regidora independiente Lizeth Inungaray González ha demostrado tener los pantalones bien puestos y ha cuestionado duramente al alcalde Horacio Piña Ávila.
Su condición de mujer no ha sido impedimento para que Lizeth demuestre su fuerza y coraje ante los abusos, arbitrariedades y atropellos del alcalde y de los suyos.
Lizeth también renunció al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) porque su dirigente Sergio Luna Lavenant se hizo del lado del alcalde y en la elección de diputados locales apoyó a Lily Piña, hermana de Horacio, quien fue postulada por el Partido del Trabajo.
Inungaray se mostró valiente este martes en el marco de la cuadragésima segunda sesión ordinaria de Cabildo que se realizó de manera virtual.
Ella empezó a tener problemas de conexión en la sesión ya que su imagen se quedaba “congelada” y por esa razón no podía tener participación.
Ante esa situación, Lizeth se armó de valor y fue a reclamarle al secretario del Ayuntamiento, Salvador Vega de León, ya que la estaban bloqueando en la sesión de Cabildo virtual.
Debido a esta situación, se procedió a suspender la sesión de Cabildo de lo cual el alcalde Horacio Piña a través de sus cercanos colaboradores ha culpado a la regidora independiente.
La de este martes no es la primera vez que Horacio Piña directa o indirectamente ataca a la regidora porque no se ha alineado a sus intereses y caprichos.
Hay que recordar que Lizeth Inungaray buscó ser diputada local por el Partido Verde Ecologista de México por la vía de mayoría relativa y por el principio de representación proporcional.
Sin embargo, Inungaray fue abandonada por el dirigente municipal del PVEM en Matamoros, Sergio Luna Lavenant, quien mejor apoyó a Lily Piña, la hermana del alcalde y la candidata del Partido del Trabajo.
Luego de las elecciones del 18 de octubre, Inungaray fue bloqueada por Piña y su gente para regresar a la regiduría al igual que fue bloqueada en la sesión de Cabildo virtual.
ALCALDE NO TIENE LLENADERA
Ya que andamos en los terrenos matamorenses, hay que decir que el alcalde Horacio Piña Ávila no tiene llenadera.
Aunque Usted no lo crea, Horacio quiere seguir pegado a la ubre de la Presidencia Municipal de Matamoros de la que también han estado pegados sus familiares y uno que otro amigo.
Horacio ganó la alcaldía de Matamoros por Morena luego de haber sido regidor en el Cabildo de un año.
Sin embargo, como le negaron la candidatura a la diputación local, Horacio renunció a Morena e ingresó al Partido del Trabajo (PT) con el que postuló a su hermana Lily.
Porque ha hecho un pésimo papel, porque Matamoros está peor que nunca y porque el que gobierna es su primo Alberto “Beto” Piña Román, el día de la elección fue contundente el repudio a los Piña, lo que se reflejó en una aplastante derrota de Lily, quien hizo el ridículo.
Pero bueno, a pesar de todo eso, me reportan que Horacio Piña ha tomado Alka Seltzer porque quiere repetir, ahora postulado por el Partido del Trabajo.
Creo que Piña no podrá buscar nuevamente la alcaldía porque la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dijo no a la reelección de alcaldes.
Piña fue regidor en el 2018 y es alcalde para el período 2019-2020-2021, por lo que no procedería su registro como candidato.
Sin embargo, si Horacio no puede registrarse como candidato entonces registraría a su hermana Lily o bien a otro integrante de la familia Piña para ser postulado por el PT o por algún otro partido político.
A Horacio Piña Ávila ya le gustó esto de vivir del dinero del pueblo al igual que sus familiares que se han servido con el cucharón.
REPUDIAN A ZERMEÑO
Muestras de repudio recibió este martes el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, por parte de lectores de IG LA COLUMNA con motivo de mi comentario de que Zermeño practica ahora el “chapulineo” pues de estar como alcalde en funciones de Torreón pretende brincar a diputado federal por el Distrito 5 de Torreón.
En lo general, hay quienes son de la opinión de que Zermeño ya no se merece un cargo más luego de haber realizado un trabajo desastroso como presidente municipal en los tres últimos años.
Los críticos del alcalde señalan que en tres años no ha habido ninguna obra pública relevante, que en tres años la ciudad ha ido de mal en peor, que en tres años sus hijos han destacado por los negocios al amparo del poder y que en tres años no ha demostrado un trabajo medianamente aceptable, por lo cual de plano lo desahucian.
Creo que Zermeño tiene a un buen número de detractores que lo único que quieren es que ya se vaya a su casita donde nadie lo moleste, aunque esto no quiere decir que sus seguidores y simpatizantes lo sigan apoyando a pesar de los puntos negativos en su contra.
También creo que Zermeño no tiene los vientos favorables que tuvo hace más de 20 años ni los que tuvo en la época reciente que lo llevó a ser alcalde en dos elecciones consecutivas.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
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IG LA COLUMNA