Por: Isidro García
AUMENTO AL TRANSPORTE
Si los transportistas de Torreón no cumplieron con las promesas de mejorar sustancialmente el servicio y los autobuses cuando el Cabildo presidido por Jorge Zermeño Infante les autorizó un aumento a 13 pesos de la tarifa, resulta un disparate que se mencione el tema.
Menos mal que el Municipio, a través de Héctor Rivera López, titular de la Dirección de Movilidad Urbana, declaró que el Municipio tiene descartado un incremento en la tarifa del servicio público de transporte para el 2021.
Según Rivera, los concesionarios del transporte han expresado su inquietud sobre el tema porque dicen que al menos seis rutas han quebrado.
El funcionario señaló que de manera informal los concesionarios han hecho el planteamiento de aumento al Municipio y al Estado.
En marzo del 2019, el Cabildo encabezado por Zermeño autorizó el aumento al transporte público a los concesionarios que se comprometieron a muchas cosas y cumplieron en poco o en nada.
Con el aumento de la tarifa a 13 pesos, los transportistas se fueron contentos y llenaron sus alforjas de dinero pero se olvidaron de mejorar el servicio y las condiciones físicas y mecánicas de los autobuses, como siempre.
Y si el “transporte culero, no vale trece pesos”, como gritaron los estudiantes y ciudadanos en la manifestación en contra del aumento del servicio público de transporte urbano de Torreón, menos vale 14 o 15 pesos como quieren los transportistas que valga.
El hecho de que el Municipio descarte un aumento en las tarifas no es porque esté defendiendo a los ciudadanos (a los que se les han aumentado los diferentes impuestos y derechos municipales) sino porque el 6 de junio habrá elecciones de alcalde y diputados federales y quizá Zermeño busque una curul en la Cámara de Diputados.
El Ayuntamiento nunca molestó a los transportistas para que cumplieran con sus compromisos a cambio de que les aumentaran la tarifa y los autobuses siguen en malas y pésimas condiciones físicas y mecánicas, algunos son una verdadera porquería, unos se descomponen y dejan tirado al pasaje, unos se quedan sin frenos y provocan accidentes, unos sufren averías y se incendian.
A estas alturas, un aumento al transporte sería un suicidio político del Partido Acción Nacional (PAN) que no ganó nada en las elecciones de diputados locales del 2020 y que tiene un negro panorama para las elecciones del 2021.
OBRA CUESTIONADA E INÚTIL
La administración municipal de Torreón, es un decir, sigue sin dar una en cuanto a una buena obra pública para los ciudadanos.
La obra de la calzada Colón, a la que ya le habían invertido una millonada, sigue sin cuajar ni convencer.
Ahora, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Luis Cuerda Martínez, ha cuestionado la obra de la ciclovía de la Colón que entrará en operación el viernes con la inconformidad del sector comercio.
Uno de los argumentos es que ese tipo de obras puede ser más útil en zonas de mayor tránsito de ciclistas como las industriales.
Otro argumento es que al ceder un carril vehicular se entorpecerá el tráfico de vehículos automotores.
Sobre el tema, hay que apuntar que efectivamente hay muchas zonas donde se requieren estas ciclopistas como aquellas que conducen a las zonas de fábricas de la ciudad.
Asimismo, hay coincidencias en que se entorpecerá el tránsito de vehículos automotores y se formarán “cuellos de botella” con lo de la ciclopista.
La Colón es utilizada diariamente por miles de automovilistas para cruzar la ciudad de sur a norte y de norte a sur entre los bulevares Revolución e Independencia.
Los del Municipio son unos genios.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
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IG LA COLUMNA