IG LA COLUMNA 

Por: Isidro García 
ZERMEÑO VA DE CHAPULÍN 
El “chapulineo” político que tanto y siempre criticaron los panistas ahora también ellos lo practican con singular alegría. 
Claro, los panistas condenaban el “chapulineo”, la costumbre de brincar de un cargo a otro, porque era algo atribuible en su mayoría a los priistas. 
Los blanquiazules hacían esos reclamos para que la gente repudiara a los tricolores y a su vez para ganar simpatías en los procesos electorales. 
Sin embargo, al paso del tiempo y cuando empezaron a ganar elecciones, a ocupar puestos de elección popular, el “chapulineo” dejó de parecerles mal a los panistas que ahora hacen lo mismo que durante décadas hicieron los priistas. 
El que un político brinque de un cargo político a otro es perfectamente legal porque se cumple el derecho de votar y ser votado, pero… 
Jorge Zermeño Infante practica ahora el “chapulineo” pues de estar como alcalde en funciones de Torreón pretende brincar a diputado federal por el Distrito 5 de Torreón. 
Ahora a los panistas no les parece tan malo el brincar de un puesto a otro que ya ha vuelto costumbre en prácticamente todos los partidos políticos. 
Al igual que Zermeño, están el priista Shamir Fernández Hernández y el de los morenistas Armando Guadiana Tijerina, Luis Fernando Salazar Fernández, José Ángel Pérez Hernández y Miroslava Sánchez Galván. 
Shamir apenas había tomado protesta como diputado local cuando ya había solicitado licencia para buscar ser diputado federal por el Distrito 6 de Torreón. 
Guadiana es senador pero solicitó licencia para buscar la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de Saltillo. 
Luis Fernando, José Ángel y Miroslava son diputados federales pero solicitaron licencia para buscar la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de Torreón. 
Otro tipo de “chapulineo” es cuando los políticos renuncian a un cargo administrativo para buscar uno de elección popular. 
Zermeño, quien acaba de cumplir 72 años, no ha cumplido el compromiso de tres años como alcalde y deja “tirada” la Presidencia Municipal para ir en busca de la diputación federal de tres años que de ganarla, lo cual está en veremos, sería su retiro de la política. 
Lo que me parece un exceso de soberbia es que Zermeño diga que luego de la elección del seis de junio regresará a la alcaldía mientras que toma posesión como legislador federal, claro, esto último si es que le favorece el voto de los ciudadanos. 
Zermeño Infante recalcó que solicitará licencia a finales de febrero ante lo que pregunto: ¿Por qué no se va ya? O quizá Zermeño vive al día y necesita trabajar todo lo que sea posible y por eso no se va. 
NO SUELTA PRENDA 
Zermeño reiteró que solicitará licencia a finales de febrero pero omitió revelar el nombre de la persona en la que recaerá la responsabilidad de encabezar la administración municipal durante las elecciones. 
Me parece ridículo que si falta poco tiempo para que deje la Presidencia, Zermeño no diga quién se quedará en su lugar. 
Jorge la está haciendo mucho de emoción al no dar a conocer el nombre de quien le cuidará la alcaldía aunque ha trascendido que los posibles sustitutos del munícipe son el secretario del Ayuntamiento, Sergio Lara Galván; la tesorera Mayela Ramírez Sordo y el primer regidor Ignacio García Castillo. 
EL “SUERTUDOTE” DE SIMAS 
En las diferentes administraciones municipales de Torreón del PRI y del PAN, se ha tenido conocimiento de indemnizaciones millonarias en el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón (SIMAS). 
Uno de esos casos es el de Guillermo Díaz de León, quien le ganó una demanda millonaria a la empresa paramunicipal. 
Luego de un juicio, el tribunal obrero pronunció un laudo favorable a Díaz de León por un monto cercano a los tres millones de pesos, sí, leyó Usted bien, cercano a los tres millones de pesos por concepto de indemnización y salarios caídos, entre otros conceptos. 
Por ser mucho dinero, SIMAS Torreón se comprometió a cubrir el monto en varias mensualidades. 
El caso viene a colación porque ha trascendido que un Díaz de León anda solicitando que se disminuya el monto de las cuotas en el Club San Isidro sin importar que se comprometa el funcionamiento de la institución que es una de las de mayor tradición en la región. 
Dicen que el interés tiene pies y que el verdadero interés del interfecto es el de tratar de figurar para buscar adeptos con el propósito de ganar la próxima elección de la mesa directiva, sin importarle que se ponga en riesgo la estabilidad del club. 
En fin. 
Nos leemos mañana, Dios mediante. 
reportelaguna2019@gmail.com o a direccion@reportelaguna.com 

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