Por: Isidro García
SALAZAR, EL QUE MAL EMPIEZA, MAL ACABA
El 17 de octubre de 2018, Luis Fernando Salazar Fernández, el diputado federal y exsenador, anunció su renuncia al Partido Acción Nacional (PAN), luego de 20 años de militancia.
“Hoy, tras una profunda reflexión, he decidido renunciar al Partido Acción Nacional, les comparto mi carta de renuncia, en donde doy a conocer los motivos de mi separación, muchas gracias por el apoyo que siempre he recibido”, escribió.
En su cuenta de Twitter, el legislador señaló que el PAN se ha “convertido en rehén de sus propios actos, se encuentra sumido en una confusión que no permite avanzar y, peor aún, no permite actuar a quienes con esfuerzo obtuvimos la confianza y el respaldo de los ciudadanos”.
Luis Fernando Salazar renunció al PAN por el que llegó a la diputación federal por el Distrito 5 de Torreón y anunció que se sumaría a las filas de Morena.
Con esta salida, la fracción parlamentaria de Acción Nacional se quedó sólo con 78 curules en el Palacio Legislativo de San Lázaro con lo cual Salazar debilitó al PAN y fortaleció a Morena en la Cámara de Diputados.
El cambio de Luis Fernando no era gratuito puesto que tenía la mira en la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de Torreón.
Que si Luis Fernando traicionó al PAN, al partido que lo llevó a la diputación federal, que si Luis Fernando traicionó a los electores que votaron por él y por un partido y que se cambió de partido, usted júzguelo.
En descargo de Salazar, hay que decir que renunció al PAN porque ahí no tenía nada qué hacer, porque ahí los que partían y se repartían el pastel eran, son, Guillermo Anaya Llamas. Jorge Zermeño Infante, Jesús de León Tello y Marcelo Torres Cofiño. Salazar, desde entonces, sabía que la candidatura del PAN a la alcaldía sería para Marcelo y que él no tendría ninguna oportunidad.
De su salida del PAN y su ingreso a Morena, Salazar se promocionó intensamente en las redes sociales.
Salazar se gastó un millón de pesos en Facebook en su precampaña para obtener la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de Torreón, aunque él sólo reconoce que se gastó 5 mil pesos en un video.
El 26 de marzo del 2021, Luis Fernando se declaró ganador de una supuesta encuesta de Morena en la que también supuestamente participaron otros aspirantes como José Ángel Pérez Hernández o Miroslava Sánchez Galván.
Supuesta encuesta porque nunca se dieron los detalles, los porcentajes, los encuestados, en fin, la metodología utilizada en la encuesta.
Salazar se alzaba la mano como candidato mientras que un día antes, el 25 de marzo, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) le había negado su registro al igual que a José Ángel Pérez Hernández, Miroslava Sánchez Galván y Juan Manuel Barrera, aspirantes a la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de Torreón.
La razón es que los sancionados no habían entregado el informe de gastos de precampaña o lo entregaron en forma extemporánea, lo que la legislación electoral sanciona con el retiro del registro o la pérdida del derecho de hacerlo.
Así iniciaba el calvario de Luis Fernando Salazar.
La historia usted ya se la sabe, aquí se la contamos:
La primera derrota fue el 25 de marzo cuando el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) canceló la candidatura de Salazar por no rendir su informe de gastos de precampaña.
De ahí al Instituto Electoral de Coahuila, al Tribunal Electoral del Estado de Coahuila, a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, luego a la Sala Regional Monterrey, posteriormente al INE, y así.
Porque el tiempo se les venía encima, el 28 de abril, Luis Fernando de la Asunción Salazar Woolfolk, padre de Luis Fernando Salazar Fernández, se registró durante la mañana en el Comité Municipal del Instituto Electoral de Coahuila (IEC) como candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Torreón y por la noche la Sala Regional Monterrey dejaba fuera a Salazar Fernández de la elección de alcalde de Torreón.
Sin consultar a los militantes y simpatizantes de Morena, sin ninguna encuesta real o fantasma, sin nada, se impuso a Luis Fernando Salazar Woolfolk como candidato.
Quesque era para que el papá le cuidara el “lugar” a Salazar, quien se jugaba su última carta ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que el 12 de mayo le dijo definitivamente que no.
No quedó otra que jugársela con “Luis Fernando Salazar”, con el papá como candidato oficial y como el hijo como candidato oficial, con propaganda sólo con el nombre de “Luis Fernando Salazar”, como si fueran la misma persona, con propaganda sin la fotografía del candidato oficial para aprovechar el nombre y poder decir “Luis Fernando va ganando” y luego para decir “Confirmado: Luis Fernando va ganando”.
Luis Fernando Salazar no ganó la elección.
MÁS QUE CANTADO: IRÁ POR LA GUBERNATURA
Cuando era senador de la República, Luis Fernando Salazar Fernández quiso ser el candidato del PAN al Gobierno del Estado de Coahuila.
El 14 de enero, emitió un comunicado en el que dijo: “Exigimos sea repuesto el proceso interno de elección de gobernador de Coahuila, el PAN no puede actuar como el PRI”.
El candidato del PAN a la gubernatura fue, por segunda ocasión, Guillermo Anaya Llamas, quien perdió primero con Rubén Moreira Valdez y después con Miguel Ángel Riquelme Solís.
Salazar buscaría después la Presidencia Municipal de Torreón para la elección del 2018 sin embargo, en diciembre del 2017, informó que apoyaría a Jorge Zermeño en su aspiración para reelegirse y ser presidente municipal tres años más.
Luego volvió a querer la candidatura panista a la alcaldía pero como vio que Guillermo Anaya Llamas, Jorge Zermeño Infante, Jesús de León Tello y Marcelo Torres Cofiño se repartían las candidaturas, es decir, cuando vio que no tenía oportunidad, renunció al PAN y se sumó a Morena a cambio de que le dieran la candidatura para la Presidencia Municipal de Torreón.
Como no fue candidato y Morena no ganó en Torreón, Salazar ahora quiere convertirse en el dirigente estatal de Morena para poder recorrer todo el Estado, promocionarse y ser el próximo candidato de Morena al Gobierno del Estado.
Por lo pronto, la diputada federal Miroslava Sánchez Galván informó que el cargo de dirigente estatal de Morena debe ser ocupado por un líder emanado del partido.
Luis Fernando va primero por la dirigencia estatal de Morena y luego por la gubernatura de Coahuila.
NO QUIEREN A NUEVOS REGIDORES MORENISTAS
El “Grupo Morena de Torreón” que preside Gerardo Orozco Galindo rechaza a los nuevos regidores de Morena en el Cabildo de Torreón.
No quieren a Mónica Montero Cuéllar, síndica, Jesús Javier Gómez Ledezma, primer regidor (RP), Zazil Pacheco Pérez, tercera regidora (RP), Christian Manuel López Chávez, cuarto regidor (RP) y Mónica Segura León, quinto regidora (RP).
No los quieren, dicen, porque no representan al Movimiento de Regeneración Nacional ni a la Cuarta Transformación.
Orozco argumenta que hicieron una consulta fraudulenta y les impusieron a los candidatos, desde el candidato a la alcaldía hasta los regidores que no representan a la mayoría de los “morenos”.
REGRESA EL QUE LE DIJO MUERTOS DE HAMBRE A LOS POBRES
A propósito de los nuevos regidores, está de regreso José Armando González Murillo, “Lumba”, por el PAN, el mismo que se expresaba como “MDH” (Muertos de Hambre) a los pobres que necesitaban apoyos sociales.
En 2011, se conoció una conversación telefónica entre Luis Fernando Salazar, coordinador de campaña de Guillermo Anaya, ex candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila, y José Armando González, secretario particular del también senador, en la cual llamó “Muertos De Hambre” a los pobres, fue difundida a través de internet.
Cuando Salazar le pregunta a “Lumba” qué necesitan para entrar a la “red popular”, El panista le contesta: “Pues que estén… esteeee ‘MDH’”. LFS: ¿Cómo? JAG: Muerto de hambre, o sea muy jodido.
Sobran comentarios.
Alma Rosa Huitrón Landeros, del PAN, participó en la operación electoral de Guillermo Anaya Llamas en el segmento territorial.
LA “MALA SUERTE” DE “EL QUILLO”
Vaya que si ha tenido mala suerte Gerardo “El Quillo” Aguado Gómez, del PAN.
Gerardo fue diputado local plurinominal en la anterior Legislatura y buscó la reelección pero ahora por la vía del voto por el Distrito 8 pero perdió.
Aguado mostró su simpatía por Luis Fernando Salazar Fernández y se decía que renunciaría al PAN para sumarse a Salaza, para irse a Morena.
Sin embargo, el PAN o Marcelo Torres Cofiño, lograron convencer a Aguado de que se quedara en el PAN y no se fuera a Morena a cambio de integrarlo en la planilla pero también de ir en la privilegiada tercera posición de los candidatos a regidores por la vía plurinominal.
Como el PAN se fue hasta el tercer lugar, el PAN sólo pudo meter a dos regidores, a José Armando González Murillo y a Alma Rosa Huitrón Landeros y Gerardo Aguado no alcanzó a colarse en el Cabildo de Torreón.
Sobran comentarios.
Nos leemos mañana, Dios mediante.
reportelaguna2019@gmail.com